- f.Individuo de la especie humana.
- f.Hombre o mujer cuyo nombre se ignora o se omite.
- f.Hombre o mujer distinguidos en la vida pública.
- f.Hombre o mujer de prendas, capacidad, disposición y prudencia.
- f.Personaje que toma parte en la acción de una obra literaria.
- f. Sujeto de derecho.
- f. Supuesto inteligente.
Y otro término relacionado directamente es “personalidad”. ¿Qué nos dice la RAE de este concepto?:
- f.Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra.
- f. Conjunto de características o cualidades originales que destacan en algunas personas.
Queda explícito en las definiciones anteriores que “persona” hace referencia a un/a individua/o de la especie humana, inteligente, y por lo tanto, merecedora de derecho, con características propias que las distingue de los demás y con cualidades y características que destacan en relación a otras personas.
¿Es que las/os animales no humanas/os carecen de estas características? Para su desgracia, son consideradas/os recursos, objetos que utilizamos para beneficiamos de ellas/os. No se plantea que puedan tener sus sentimientos, su inteligencia, sus deseos e intereses propios, sus emociones. A nivel jurídico, no ser considerados “personas” implica no ser merecedoras/es de derecho y por tanto, ser legal su asesinato. Siglos atrás, las mujeres no eran consideradas personas debido a la creencia de la inferioridad de su inteligencia y capacidades en comparación a la de los hombres. Eran meras esclavas a las que explotar e incluso matar sin consecuencia alguna. Si nos basamos en el concepto de inteligencia ¿No consideraríamos personas con derechos a individuas/os con diversidad funcional?
Somos conscientes de que cada individuo tiene características y capacidades diferentes y no por ello las hace desmerecedoras de derecho. Animales no humanos poseen otros sentidos y capacidades más desarrollados y son capaces de hacer cosas que a nosotras/os nos parece impensables.
No considerarles personas implica obviar que tienen personalidad e intereses propios, como las humanas, y dar vía libre a cometer barbaridades contra ellas. Si les consideráramos como iguales, como personas no humanas ¿seríamos capaces de tratarles de la forma que lo hacemos?
Para superar esa barrera, destacamos como herramienta principal e imprescindible la empatía, la capacidad de ponernos en el lugar del “otro” y sentir lo que él siente. Sólo así descubriremos que un animal es un ser sintiente, que merece ser respetado.
Existen muchos recursos educativos que nos acercan a los animales a través de la empatía.
“Las emociones de Renesmee” nos descubre de forma sencilla que los animales sienten igual que nosotros delante las mismas situaciones. Se sienten felices bajo la protección de sus familias, pero sienten miedo si se les separa de ellas, y sienten tristeza al extrañarles; como nos pasaría a nosotros/as.
Aquí encontraréis la unidad didáctica del cuento “Las emociones de Renesmee”, varias actividades para realizar con los peques de la casa que fomentan la creación de valores compasivos hacia los animales, a la vez que ayudan al desarrollo de la inteligencia emocional.
Otros cuentos con animales de protagonistas, también son adecuados para trabajar los aspectos que comentamos. Realizar actividades de representación tipo role playing aportan grandes resultados. Por ejemplo, ésta que propone Aula Animal para alumnos del tercer ciclo de primaria.
