Reflexiones de una madre puérpera

Madres

Madres

 

Desde que te tengo a mi lado no puedo parar de olerte, cuando estas en mis brazos enganchada a mi pecho o cuando descansas a mi lado en la cama, no puedo dejar de buscar tu olor.
Son estas pequeñas cosas las que nos
recuerdan que somos tan animal como los demás, tan mamíferos como los demás, tan MADRES como las demás.
Y así, prendida a mi pecho no puedo evitar pensar en esas otras madres que no pueden disfrutar del olor de sus bebes porque les han sido arrebatados. Arrebatados en una guerra, arrebatados en una granja, arrebatados en el campo por esa caza a la que llaman deporte.
Si mi necesidad de buscar tu olor es la misma que la de todas ellas, entonces el sufrimientos ante la pérdida de esos hijos también ha de ser el mismo.
Y su dolor se convierte en el mío, porque es un dolor de MADRE, y entonces buscó tu olor que me reconforta, olor que ellas han perdido…

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