En ocasiones la convivencia con otras especies puede llegar a ser imposible por cuestiones de seguridad, por ejemplo como cuando entran ratones en zonas de la casa donde hay calderas u otros objetos que ponen en peligro la seguridad tanto de ellos como de los demás habitantes. Pero siempre existe una opción respetuosa para solucionarlo. En este caso usar trampas sin veneno y revisarlas cada poco tiempo para evitar que se estresen cuando entren y devolverles la libertad en una zona sin riesgos. Recordemos que cada vida importa y no su tamaño o nuestros prejuicios.
“Educando en el respeto. Educando por la vida”.