En la familia no nos gustan mucho los cuentos clásicos, porque son especistas, machistas y algo violentos. Aun así, ha sido imposible evitar que entren en casa, y lo que hemos hecho ha sido darle la vuelta al cuento y variar la historia. Por ejemplo, en el de Caperucita Roja el lobo es así porque tiene mucha hambre, ya que el cazador ha acabado con casi todos los animalitos del bosque. En el final Caperucita habla con el cazador que deja de serlo y pasa a ser guarda forestal para cuidar el bosque y que vuelva a haber animales en él.
¿Se os ocurren otros cuentos a los que darles la vuelta? ¿Los compartís con nosotras?