Este post es la experiencia personal de una de nuestras compañeras del Departamento Infantil que no queremos dejar de compartir con vosotr@s:
«Mi triste experiencia como madre, y ni siquiera tengo hijos, ni estoy embarazada, ni por ahora entra en nuestros planes. Pues bien, primero fui ovo-lactovegetariana durante un año aproximadamente y ahora soy vegana desde hace un año y medio. Mi pareja siempre me ha comprendido y apoyado, y aunque no ha sido capaz de dar el paso aún, últimamente su alimentación en casa es prácticamente vegana. Yo le explico mi punto de vista, pero nunca le he forzado a nada ni le he impuesto nada, sobre todo porque sería inútil. Pues bien, en la última visita a la casa de mis suegros, su madre no sólo me acusa de obligar a su hijo a comer como yo (como si su hijo no tuviera criterio), sino que además me dice que si el día que tengamos hijos los voy a querer “meter por ese camino” pues mejor que no los tengamos. Como si amar a los animales fuera un delito, como si alimentarse de forma saludable causara carencias, como si inculcarle unos valores a un hijo/a fuera una imposición. Yo creo que todos los padres y madres, por lo menos los que se preocupan, intentan inculcar a sus hijos unos valores (los que cada uno piensa que son correctos), para que cuando sean adultos tengan una base sobre la que tomar sus propias decisiones. Qué triste que aún no está ni engendrado y ya es rechazado por la que será su abuela»
Anímate y comparte con nosotros tus experiencias. Puedes escribirnos a infantilyespecial@elhogarprovegan.org porque todos queremos lo mismo, un mundo mejor para los animales.