Mejor que un acuario, el fondo marino.

Llega el buen tiempo y mucha gente va a la playa, al río, a estanques.  Es importante hacer ver a los pequeños-as que los animales que veremos en la arena, la orilla o las rocas no son juguetes.

Podemos observarlos con cuidado de no asustarlos, pero nunca tocarlos ni para meterlos en un cubo “sin hacerles daño y luego devolverlos”. Ya les habremos hecho daño.

La empatía incluye el respeto y la comprensión hacia situaciones que si nos hicieran y nos gustarían, no las haremos nunca.

La propia observación será un placer, pero para las tardes-noches cuando te recoges en el apartamento u hotel, o en casa, puede ser bonito reproducir lo que hemos visto o cómo queremos que sea nuestro ideal de fondo marino.

¿Quieres hacer uno?

En clase cada niña-o trajo una caja de cartón, sirve una de zapatos.

La pintaron por dentro de azul celeste y abajo encolamos arena, simulando el fondo.

 Dentro colocaron animales que viven en el mar, dibujados a su gusto.

   

Pegados con una tira de cartulina para mantenerlos de pie y que diera profundidad al escenario, quedaron muy vistosos.

Puedes colgar alguno de un hilo fino para que parezca flotar en el agua.

Luego vino la decoración exterior para que quedara bonita, pero dejando claro que no es un acuario. Es un trocito de mar. Son seres libres.

Con recortes de papel charol o reciclando papeles que tengas en casa como los de regalo, quedará muy bonito.

Poner un plástico delante, como una ventana, asemejaría más el agua y sus reflejos, pero no lo ponemos porque justo es este material uno de los peores enemigos de la vida marina. La contaminación es tanta que los que viven allá abajo se los comen, enredan o atragantan con ellos.

Recuerda que hay naturaleza en tu lugar de vacaciones. Deja todo limpio y no molestes a los habitantes del lugar.

Esa es su casa, tú eres un visitante. ¡Que se vea que eres un buen invitado!

Felices vacaciones a todos-as los que disfrutan del agua.