En ocasiones podemos encontrarnos con el problema de que los colegios en los que estudian nuestros hijos deciden organizar una visita a circos, acuarios o zoológicos. Este post está dedicado a cómo podemos gestionar esta situación.
Lo más importante es que con nuestros hijos hay que ser claros y sinceros. Lo ideal sería que no seamos nosotros quienes tomamos la decisión de que no vayan a la excursión sino que sean ellos quienes lo decidan por sí mismos, puesto que si se les “prohíbe” sin que les quede claro el motivo, puede llegar a darles la impresión de que es una especie de “castigo” que no lleguen a entender y que incluso puede llegar a generar rabia contenida por no poder ir con sus amigos a una excursión y aumentar sus deseos de conocer zoológicos, circos, acuarios, etc.
Lo mejor sería explicarles con palabras muy claras, adaptadas a su edad y a través de ejemplos cual es el motivo por el cual nosotros hemos decidido no acudir a zoológicos, circos, acuarios, etc. Tras esto se les podría explicar que tienen la opción de no ir a la excursión para no colaborar con estos recintos. Los niños tienen un gran nivel de empatía con los animales por lo que, si han entendido bien nuestras explicaciones, en principio no van a estar de acuerdo con colaborar en el sufrimiento animal.
Por otro lado no hay que olvidar que este tipo de visitas suelen ser consideradas como una diversión, es un día que no tienen clase y que van a irse con todos sus amigos de “excursión” por lo que no estaría de más ofrecerles una alternativa para disfrutar y que no se queden en casa. Desde el Departamento Infantil os proponemos que para ese día organicemos una visita a algún santuario o protectora donde podamos echar una mano, así estaremos disfrutando de la compañía de los animales con la tranquilidad de saber que estamos haciendo algo bueno por ellos.
Aquí os dejamos un vídeo en el que varios niños nos explican por qué no acuden a circos ni a zoológicos.