¿Quieres ser parte del cambio? ¡sólo hazlo!
Hace un tiempo, un estudiante de magisterio y visitante de nuestro blog nos planteaba sus dudas acerca de cómo abordar el tema de la explotación animal en el aula. Si bien tenía claro que cada contenido debía adecuarse a una edad específica, necesitaba orientación para llevar este tipo información bien sustentada al alumnado.
Sabemos lo que se siente, porque como educadores y padres hemos estado allí, por eso plantemos 4 maneras efectivas de hablar de la explotación animal y con ellos contribuir a un mundo mejor.
- Adecúate al nivel: No es lo mismo manejar información de corte proanimalista en etapas iniciales que en educación superior, pero podemos adaptar cualquier contenido o cátedra a este efecto.
- Fomenta la empatía partiendo de conceptos básicos: El deseo de todo ser vivo de alimentarse, tener intimidad, amistad, abrigo, amor, ser reconocido (tener identidad) y su vida interior o creencias. Esto es más fácil de lograr con familias multiespecies, donde se convive con otro(s) animal(es) día a día, ¿les preocupa sus compañeros no humanos? ¿Que rol jugamos en su bienestar? las imágenes reales sin ser amarillistas (jaulas, granjas o camiones de trasporte pueden ser mostrados sin problema en contraposición a la de santuarios) y dar relevancia a los datos, esto quizás será lo más importante, para esto basta con que siempre acudamos a fuentes fiables como las estadísticas de los ministerios de agricultura locales. En etapas superiores podemos incluso abordar el tema de los zoológicos humanos (entre 1870 y 1931) el porque de su existencia y el como nuestra mentalidad ha evolucionado llevando esa analogía al confinamiento y exposición de animales en los zoológicos actuales.
- No acudas a sitios con animales explotados: En su lugar plantea otras visitas/salidas educativas y lúdicas. Ana nos comenta: » Nunca hago salidas a sitios con animales explotados, y a los padres les digo que no me gusta enseñar cosas malas, y esos sitios lo son. Intento buscar alternativas. Este año vamos a los bomberos, un museo, un sitio lúdico, un jardín botánico, un cine. « Otras actividades como encontrar semejanzas, murales, creación de comederos y refugios, matemáticas animalistas, cuentacuentos, manualidades, etc. favorecen el desarrollo de la inteligencia emocional y la empatía.
- Crea un entorno que favorezca al dialogo y el espíritu crítico sin juzgar. Colegas del departamento de educación han demostrado que esto posible y puede llevarse a cabo exitosamente sin generar controversia entre padres y educadores. Sólo con el ejemplo y una fuerte convicción en lo que creemos. María ha sido educadora durante más de 10 años , en su experiencia lidiar con padres excépticos es posible siempre dentro de un clima de tolerancia y respeto: «Algunos padres y madres me comentaron si yo les decía que no comía animales y les dije pues sí, que igual que les digo que no como mucho azúcar o siempre traigo fruta para media mañana, y que el tema lo trato como el respeto y el cuidado que debemos tener hacia los demás».
Educamos en valores y en respeto ante toda vida para hacer del mundo un lugar mejor