Canto de amor

Amanece

Después de esperar impaciente durante meses,

de soñar cómo será el momento del reencuentro,

de ofrecerle el primer pensamiento al levantarme

y el último suspiro al acostarme…

Me levanto,

me pongo guapa,

hago gárgaras con la garganta.

Hoy es el gran día.

¿Alguna vez habéis vivido esto?

Es tan fuerte lo que siento,

que me atrevería a llamarlo amor.

Yo, la que nunca caí rendida,

de mis hermanas la pragmática,

la menos romántica.

Es el momento

Tantos días solita, esperando, recordando…

He dibujado en mi cabeza la historia de los dos. Tengo guardadas mil formas de besarle,

mil caricias para tocarle.

Todo preparado.

Hoy es el gran día.

Miles de kilómetros han estado de por medio,

pero con la primavera,

ha emprendido su viaje de regreso…

Y esta misma mañana,

si todo va como lo planeado,

nos veremos de nuevo.

Cuando él regrese,

ya no me sentiré prisionera.

Mi casita pequeña se convertirá en nuestro nidito de amor

y, si todo va bien,

de nuestra unión

nacerá un pequeñín

que nos colmará de alegría a los dos.

Ya viene Juanito a buscarme,

mi amigo, mi mentor.

Gracias a él conozco a mi enamorado.

Los dos cómplices salimos de casa,

bromeamos para quitar la tensión.

Nos reímos y canturreamos.

Tenemos un plan

Él sabe cómo yo

que, si nos volvemos a ver,

este año haré lo imposible para que se quede a mi lado.

El año pasado no lo hice muy bien,

pero hoy es distinto,

llevo 360 días ensayando.

Hoy es el gran día.

Partimos

Juanito arranca el coche.

Me mira,

le miro y le sonrío.

Me guiña un ojo cómplice

y yo empiezo el canto.

Vamos al encuentro de mi amado.

Llegamos

Bajamos del coche, apresurados,

no queremos hacerle esperar.

—¡Este año no se te escapa pequeña!—. Y sus palabras de aliento me tranquilizan.

Juanito es mi amigo,

Juanito confía en mí.

Nos posicionamos

Somos los primeros en llegar,

Esto nos da derecho a elegir un sitio preferente.

Los amigotes de Juanito apenas han madrugado,

no tienen tanto interés,

así que este año veo que me toca a mí.

—Ya… viene…— Mi corazón late a mil.

—Parece que le siento— Intento articular palabra a mi compañero,

pero estoy tan nerviosa que apenas balbuceo.

—¡Es él!— Por fin sale mi voz… ¡Grito!

Grito muy alto:

—¡Es él, estoy aquí amor!

Grito más alto:

—¡ESTOY AQUÍ!

Grito desesperada, tan alto como puedo.

Y mis súplicas y mis cantos dan resultado.

Viene

Le veo venir,

ha detenido su camino.

Me ha oído, me ha mirado y se ha girado.

Mi amado viene hacia aquí.

Qué bonita su sonrisa,

es más guapo de lo que recordaba…

La espera ha merecido la pena.

Por fin juntos

Mil formas de besarte,

mil caricias para tocarte.

Y ya te siento… Nos miramos enamorados…

Y cantamos.

¡¡¡PUUUUUM!!!

—… ¿Qué ha pasado?…— Mi amor ha gritado.

—… ¿Mi amor?…— Le llamo asustada, pero nadie contesta.

Un silencio ensordecedor después de un disparo.

Repaso mentalmente su recorrido.

Miro a Juanito, mi amigo.

Éste se levanta y corre a buscarle.

Aturdida

Estoy en una jaula. Ahora me doy cuenta.

Quiero volar a buscarlo, pero no puedo. Estoy prisionera.

Lloro, lloro y pido ayuda.

—¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Juanito!!!!!!!!!!!!!—

Mi amigo me oye y vuelve.

Corre mientras grita contento:

—¡Le tengo!— y trae colgando boca abajo a mi amado.

Le tiene atado a su cinturón por las patas.

La sangre brota entre las plumas. Olor a muerte, olor a perdigón.

Celebración

—Muy bien Juanito. Este año el premio es tuyo.

¡Vaya pichón! ¡Qué bonito es el jodío!— gritan los amigotes

y quien que pensé que era mi amigo.

Juanito está feliz.

—Os lo dije chicos, este año gano yo. Menuda hembra de reclamo,

¿eh Lolita?— y mete el dedo ensangrentado intentando acariciar mi pico.

Es la última imagen,

la que atormentará mis días.

Sus ojos abiertos, quietos.

Y yo, paloma de reclamo,

muerta en vida,

recordaré cada día

que los humanos se valen de mi canto de amor

para quitar brutalmente vidas.

Canto de amor

Canto de amor

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