Conversación entre una madre y su hija de 3 años mientras van por el pueblo.
HIJA: ¡Mira mamá, pollitos!
MADRE: Sí, son bonitos, ¿verdad?
HIJA: Sí, estos son los de “pío pío”, no de los que como.
MADRE: No cariño, los que te comes y estos son los mismos.
La niña pone cara de terror.
Esto se debe al proceso de disociación, que distancia de la realidad para poder hacerle frente. Ayudemos a que nuestros hijos crezcan en coherencia y no lo necesiten, eduquemos en la empatía.