Empatía hacia los animales en los contenidos educativos

El día 9 de Mayo de 2018 se aprobó en el parlamento de Canarias, por unanimidad,  incluir la empatía hacia los animales entre los contenidos educativos de la educación obligatoria en las islas.

Desgraciadamente, no es este el resultado de una nueva visión de los políticos, sino de una presión muy acusada por parte de protectoras y asociaciones en defensa de los animales que se viene produciendo en los últimos años.

Reuniones tras reuniones, borradores, propuestas… ha sido un trabajo altruista que se suma al ya agotador de rescates y cuidados que llevan sobre sus hombros estos grupos sin ayuda oficial.

Buena es la idea, esperemos que la puesta en práctica sea mejor.

En este debate solo se nombra a las “mascotas”, en principio, pero al menos se ha debatido sobre la relación entre violencia hacia los animales y la que luego esos mismos individuos ejercen sobre humanos, en especial hacia las mujeres.

También es poco alentador que se tome al animal, muchas veces, como terapia. En varios colegios por ejemplo se lleva a cabo el programa “Perros y letras”, en el que unos niños leen a un perro que traen expresamente para ello, permaneciendo echado ese tiempo. A veces el can también pasa por las aulas enclave para que niños autistas se relacionen con ellos. Una compañera me comentó una vez que a veces los niños no controlan bien sus impulsos y pueden dañarlos con caricias inadecuadas.

Otro modo de  introducirlos como cuidador es la equinoterapia. Llevan a los alumnos-as a montar a caballo. Si bien aquí hay un lugar donde no los montan, pasean con ellos pero no deja de ser un lugar donde los dueños sí los usan como monturas.

En el parlamento surgió el tema de tratarlos como seres sintientes, algo que va calando en la sociedad, dijeron.

Se pretende además conseguir menos violencia en la sociedad y menos abandonos, porque desgraciadamente Canarias está en lo más alto del abandono de animales y de malos cuidados y maltrato.

Sin contar el tema de los podencos que los cazadores tienen en las peores condiciones sin que se haga algo al respecto. Ningún organismo oficial entra en ese tema.

Y que hace poco se han negado a prohibir las peleas de gallos que siguen siendo legales en las islas.

Mucho nos queda por hacer pero al menos los profesionales de la educación tenemos un respaldo para trabajar el tema, cosa que a veces nos resulta complicado.

Las maestras y maestros tenemos el deber de fomentar el aprecio, respeto y empatía hacia todos los animales. Los llamados de granja, los que se encuentran a nuestro alrededor, los que viven con nosotros en nuestros hogares.

Empecemos o continuemos con esta labor que aunque dura es muy satisfactoria. Alguna semilla estaremos sembrando.

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