Juguetes especistas

Mi sobrino tiene poco más de dos años, y uno de sus juguetes favoritos es una «Granja tradicional» (y como tal la venden) pero nosotros preferimos llamarlo «Santuario de Animales», en él todos los habitantes se despiertan con el sol y se dan los buenos días, el caballo, la vaca, la mama, el niño… Desayunan y se van a cuidar del huerto. Luego todos juntos disfrutan comiendo las ricas zanahorias. Por la tarde, diversión paseando con el camión. Se dan muchos besos y abrazos. Llega la noche y todos contentos regresan a sus camas… Podemos repetir esta escena unas cuantas veces en media hora, y su risa no para. Él se lo pasa en grande y yo también.

A través del juego, los niños desarrollan sus capacidades tanto intelectuales como afectivas, a la par que tiene un peso importante en la maduración de su personalidad. Los adultos son los que eligen esos primeros juguetes y guían sus juegos cuando los niños son pequeños. Son los adultos los que tienen presentes qué valores quieren trasmitir, si eligen el respeto, la justicia, la igualdad o la empatía. Luego sólo tenemos que acompañarlo de un poquito de imaginación, y ¡a divertirse!

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