Galgui, aprendiendo a mejorar

Galgui

365 días al año, 24 horas al día los 7 días de la semana… Si eso lo multiplicamos por los años que cada uno tenemos, el número resultante no se acercará ni siquiera a la mitad de experiencias que hemos vivido a lo largo de nuestra vida. De estas experiencias nacen diferentes proyectos que a menudo se relacionan con aquello que tenemos a nuestro alrededor, pues bien, hoy desde el departamento educativo de El Hogar Provegan queremos hablaros de un proyecto en particular que refleja la realidad de los galgos, y en general, de los animales abandonados: Galgui.

¿Lo conocéis? Galgui es un cuento ilustrado que muestra una historia real de amor, afecto, respeto y solidaridad, pero también de tristeza y crueldad hacia los animales. En él se reflejan dos problemas principales: el primero, el abandono en un contexto generalizado de los animales, y el segundo, el desamparo de los perros de raza galgo debido a la utilización de los mismos para carreras y apuestas deportivas.

Bajo una perspectiva educativa, este cuento ha sido adaptado para que desde las edades más tempranas se transmita el respeto hacia los animales reflexionando sobre las consecuencias que nuestros actos puedes tener sobre la vida de otros. Para ello, María José Rodríguez, autora de la obra (y madre del protagonista), nos muestra la historia de Diego, quien encuentra al pequeño Galgui desatendido en las calles. Instintivamente, sólo con mirarle, decide llevárselo a casa con su familia para poder ayudarle, ya que entre ellos se crea una conexión que el resto de personas a lo largo de la obra parecen no entender. Por desgracia, el pequeño galgo no puede quedarse en casa con la familia de Diego, teniendo que buscar una adoptiva para él. Pero es algo complicado así que finalmente la familia de Diego decide adoptarle para brindarle la oportunidad que se merece para ser feliz, ahora desde una perspectiva de igualdad en la jerarquía familiar.

Una vez editado y publicado, la autora estableció que un porcentaje del dinero recaudado de su venta, fuese destinado a protectoras de animales en proceso de extinción, y la otra parte a la editorial Morwen para mantener la obra en el mercado, cubrir gastos de publicidad, etc.

Resultante de una experiencia nació un proyecto sobrecogedor y emocionante en el que no sólo la autora, sino también los lectores, podemos encontrar una de las mayores problemáticas con respecto al mundo de los animales.

35- xxx

Un buen día el libro de Galgui llegó a mis manos. Me encontraba organizando actividades en la ludoteca (soy monitora de ocio y tiempo libre), cuando encontré en la pequeña biblioteca el cuento en cuestión. Anteriormente había oído hablar del proyecto, algo breve y mayormente desconocido, pero nunca hasta ese día había tenido la oportunidad de verlo, leerlo e incluso vivirlo.

Primero lo leí a solas queriendo conocer la obra en profundidad, pero más tarde, aprovechando la llegada de un grupo de peques decidí, proponer su lectura. Les enseñé la portada, las páginas y dibujos que había en su interior, y tras ojearlo brevemente les expliqué el argumento del libro. El grupo de cinco niños se interesaron, así que se sentaron a mi alrededor para escucharme. Tras terminar de leerlo, organicé una pequeña asamblea, tal y como se realizan en las clases de Educación Infantil y algunas de Educación Primaria para conocer la opinión de los más pequeños y reflexionar sobre su contenido.

35- xx

Les formulé varias preguntas y el resultado quiero compartirlo con ustedes:

¿Qué os ha parecido el cuento?

En general no hubo diferencias, a todos les había encantado el cuento a pesar de que les producía mucha tristeza la historia, pero se alegraron de que finalmente Galgui encontrase una familia que le cuidase y le hiciese feliz. La niña más pequeña del grupo, que tenía 3 añitos, nos contó que su hermana mayor trajo a casa un día una gatita pequeña que se encontró en calle. Al parecer, a sus padres les gustó tanto que acabaron aceptando que viviría con ellos. Tras esta historia se me ocurrió la siguiente pregunta:

¿Alguien tiene animales en casa?

De los cinco sólo había tres, la pequeña de la gatita, un niño con un perrito de raza Westie y otro con dos hámster un pájaro. Les expliqué que existen muchas casas de acogida y lugares donde podemos encontrar animales con historias como las de Galgui, animales que necesitan esa segunda oportunidad que a menudo no solemos darles por “defectos” tales como la edad, enfermedades o incluso por estética. Todos parecieron estar de acuerdo con ello ya que me hicieron diferentes preguntas sobre ellas como qué clase de animales habían en ellas y si eran felices allí. Sinceramente, me encantó saber que, a pesar de su pronta edad, se preocupaban por los animales y por intentar cambiar la realidad en la que se encontraban.

¿Creéis que está bien abandonar animales?

Al unísono salió un “No” de sus bocas, y sin yo decir nada, empezaron entre ellos a hablar sobre el porqué de su abandono. Oía cosas como: “Si son muy bonitos y buenos”, “Yo quiero mucho a Mila” (que parece ser el nombre con la que finalmente bautizaron a la gatita), “Nosotros nos lo llevamos de vacaciones con mi abuelo”…etc. Fue fantástico escuchar todas sus respuestas, porque todas ellas defendían el respeto y cariño hacia los animales.

Os animamos a conocer a Galgui y a compartir su historia. Por un mundo más justo para todos los animales, un mundo mejor.

https://www.galgui.es/libro-proyecto/

¡Comparte!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *